"Una síntesis del Agro en Panamá"

05.11.2013 13:23

Abandono de sector agropecuario: Enrique E. Athanasiadis P.

ENRIQUE E. ATHANASIADIS P.

opinion@prensa.com

25/10/2013 - La canasta básica representa una preocupación global. Nuestro país no es la excepción y aquí se agudiza más el problema por falta de políticas de Estado para el desarrollo del sector agropecuario. En otras naciones del mundo los productores son privilegiados, en nuestro país somos los olvidados.

A nosotros como agricultores se nos considera como ciudadanos de tercera categoría y se nos trata con términos despectivos. Tales como: el campesino, el ignorante, el cholo, el ineficiente, etc.

1. Uno de los cuatro pilares para el desarrollo socioeconómico es la alimentación. Sin ella no puede haber salud, educación y oportunidades.

2. El abandono del sector agropecuario viene de varias administraciones gubernamentales y últimamente la situación es más grave con la implementación de los tratados de libre comercio. Nuestros gobernantes han olvidado el desarrollo del campo.

3. Tenemos un tratado de comercio con Estados Unidos hecho a la medida de los “gringos”, donde van a tener un mercado más para sus productores y algunos comerciantes panameños una oportunidad de negocio en detrimento del sector primario de nuestro país.

4. Los costos de los insumos son cada vez más altos, tenemos intermediarios que encarecen la cadena productiva desde la siembra hasta llegar al consumidor. Esto hace que los expendedores aumenten los precios.

5. Tenemos un Instituto de Mercadeo agropecuario (IMA) que se ha convertido en el primer competidor de los productores.

6. Existe el proyecto de cadena de frío, que es un engaño más para el sector agrícola y que se convertirá en un arma de doble filo. ¿Dónde se almacenarán las importaciones que vienen a competir con el producto nacional?

7. El agricultor invierte, trabaja duro, se enfrenta a las plagas y enfermedades de la actividad agropecuaria y finalmente le entrega el producto a los intermediarios para que se les pague cuando a ellos les dé la gana. Los supermercados capitalizan estas compras y utilizan el dinero sin pagar intereses, de ese capital que en la mayoría de los casos es el resultado de préstamos bancarios donde el sembrador sí paga intereses.

8. Con todo lo que está ocurriendo en el sector agropecuario se disminuyen las áreas de cultivo; perdiendo así nuestra “soberanía alimentaria”.

“Se requiere no solamente una simple política agropecuaria, se requiere una revolución agropecuaria”. Soluciones:

1. Importación de: tecnología, las mejores genéticas, las mejores semillas y los mejores equipos; para producir con eficiencia.

2. Liberación de costo de todo régimen impositivo municipal y nacional: peajes de autopistas, impuestos de combustibles (diésel), muelles, estudios de impacto ambiental; e inclusive exoneración de peaje en el Canal de Panamá para todos los insumos agropecuarios (fertilizantes, agroquímicos, medicamentos veterinarios y granos para la fabricación de alimentos para la producción pecuaria.

Se pregona que el Canal es nuestro; que ofrezca un beneficio para los productores e indirectamente a los consumidores, que somos todos.

3. Que el IMA ayude al productor a comercializar, a través de mercados en los diferentes municipios del país. Donde se tengan todas las condiciones para que el productor se incentive a ofrecer la cosecha directamente al consumidor. Y que en vez de estar importando rubros agropecuarios terminados, que importen los insumos para la producción y que se ofrezcan directamente al sector primario. Esto actuaría indirectamente como un regulador de precios para algunos distribuidores de insumos especuladores.

El acercamiento del productor al consumidor no solo es una teoría, esto fue puesto en práctica hace más de seis años por la Organización Nacional Agropecuaria (Onagro), donde con muchas limitantes y sin apoyo estatal estamos llevando la canasta básica directamente a los consumidores

Democracia es crear y facilitar condiciones para que la gente, toda ella, los de a pie y los motorizados, profesionales y entre ellos el agricultor como un profesional de la tierra y de la seguridad y soberanía alimentaria participen activamente porque saben, conocen, pueden opinar y asesorar a los que los representan o dicen hacerlo en los diferentes foros. Un pueblo embrutecido es como un río revuelto, allí solo ganan los pescadores, los otros apenas vemos los barcos pasar, a quien le conviene que la gente no se organice, que no oriente sus reivindicaciones y cobre sus derechos, a los que revuelven el río, o sería mejor decir a los que nos embrutecen y desorientan. Considero que hay mucho más que decir, crees…